El Concello de Ponte Caldelas recibió su nombre seguramente del antiguo puente sobre el río Verdugo y de sus aguas termales sulfuroso-sódicas. Se cree que cuando los romanos mejoraron Pontevedra lo hicieron también a Ponte Caldelas.
La villa fue patrimonio de la catedral de Santiago de Compostela, dándole Gelmírez privilegios y franquicias. Cuenta la tradición que la famosa reina Lupa o Loba qué persiguió a los discípulos del Apóstol Santiago fue natural de esta villa o residió en ella, lo que si se pudo constatar es que en 1.126 el rey Alfonso VII le concedió el título de La Muy Leal.
Asimismo en la Guerra de la Independencia el mariscal Soult fue derrotado en las inmediaciones de Ponte Caldelas al pasar con un ejército de 20.000 hombres, y desde entonces se agregó al escudo de este Ayuntamiento, que formaba el puente sarmentado, una cruz en honor de las víctimas de esta batalla, librada en el puente que le de la nombre en 1809.
En el período preconstitucional llegaron a funcionar los ayuntamientos de Caldelas, Tourón y A Insua.
Ya en el proceso de establecimiento constitucional de los ayuntamientos, este territorio fue integrado en el partido judicial de Caldevergazo o A Lama, que luego en el año 1845 cambiaría su denominación y capitalidad por Ponte Caldelas; será en el año 1836, dentro de la planificación definitiva para el antedicho partido judicial, cuando se establece el ayuntamiento de Caldelas.
Esta denominación se modificó por la de Ponte Caldelas en 1845 coincidiendo con la adjudicación de la capitalidad del partido judicial; inicialmente, aun con el mismo territorio que hoy, estaba formado por ocho parroquias, a las que se añadiría en el año 1868 la de Caritel, segregada de la de Santa Eulalia de Ponte Caldelas.